Adicto a la felicidad

«Me gusta pensar en cómo será la felicidad cuando me llegue porque eso me hace sentir feliz. – Le dijo.

Eso tiene mucho sentido. – Le contestó. – La verdadera felicidad no está en la felicidad en si misma, sino en su antesala, y mantenerse en estado de espera permanente a un estado feliz, hace que nuestro cerebro segregue una sustancia llamada dopamina que desaparece justo en el momento en que obtenemos por fin esa felicidad. Ironías de la vida…-.

….es cierto…me paso dias, meses, años, esperando algo, ilusionado, a la espera de disfrutar de ese momento soñado, y de pronto, cuando lo consigo, aparece la desidia y sólo me siento de nuevo feliz si empiezo a ansiar otra felicidad nueva, focalizada en otra cosa totalmente distinta…por eso me critican, me llaman caprichoso y me hacen sentirme mal cuando realmente…lo único que me pasa es que soy adicto a la dopamina…., verdad doctor?»